EL SILENCIO.
El Silencio.
Para muchas personas puede resultar algo muy agradable, una necesidad de
que respeten su espacio. Ya que les ayuda a meditar, aclarar sus pensamientos,
sentimientos y planear que es lo que deben de realizar en un corto plazo en sus
vidas. El poder ordenar sus cosas, ya
sean estas ropa, libros, zapatos, hacer una lista de las cosas que ya no van a
utilizar y clasificar en dos cajas lo que va a donar y lo que se va a quedar. Papeles importantes que hay que poner en
orden. Hasta este momento está muy justificado el deseo de tener
privacidad, y estar en santa paz. Gozando de escuchar una música de fondo
mientras se van ordenando las cosas que a veces hemos dejado inconclusas.
Otra etapa justificable del Silencio, sería cuando como he
dicho invaden nuestro espacio, y es imposible el podernos concentrar en las
tareas del trabajo (y me refiero al trabajo laboral), en donde realizamos
tareas que necesitan de nuestra concentración mental. Y no necesitamos de
distracciones, ni de escuchar ruido, ni bullas inesperadas, que nos sobresalten
y nos saquen de nuestra concentración.
Cuando uno llega a estar enfermo, así como nosotros, que
vamos teniendo cambios muy repentinos, en nuestro carácter y malestares musculoesqueletico,
u orgánicos. Necesitamos de ese silencio, para restablecer nuestro equilibrio
interno, y que nuestra mente se llegue a controlar y encausar bien los síntomas
de ansiedad, angustia, desesperación, frustración, agotamiento, nerviosismo y la
mayoría de veces se llega a caer en la depresión.
La Depresión puede llevar a ser:
1. Leve.
2. Moderada.
3. Crónica.
Pero cuando esta llega a la Depresión Crónica, es
necesario la ayuda de nuestra familia, amigos, y de un profesional de la
psicología, que nos ayude a manejar la de mejor manera, y poder salir adelante y
luchar a volver a tener sentido la vida.
¿Por que me he
referido al Silencio?
Por que he tenido últimamente
experiencias con mis amigas de la adolescencia, en donde de repente la
comunicación que era fluida y rutinaria se queda perdida en el tiempo y el
espacio, que muchas veces para uno no es notorio, por que nos hemos
acostumbrado a las carreras de nuestro diario vivir y no le damos importancia a
ese silencio, que se ha tornado prolongado.
Y cuando de repente tenemos un momento de paz y empezamos
a revisar, en nuestra agenda los pendientes que nos han ido quedando atrás
encontramos la flecha roja de llamar a mis amigas …………Y revisamos las fechas y
resulta que no es una, si no varias las que no nos hemos comunicado. Y empezamos
a reaccionar y a llamar preguntando que ha sido de sus vidas.
Y me he encontrado con sorpresas algunas alegres y otras
muy tristes. Muchas pensarán si, pero también uno tienen lo suyo. Si es cierto
yo lo estoy viviendo con mi Madre que le
dio cáncer y esta recibiendo radioterapia, mi esposo con su operación de
corazón abierto y las secuelas que deja aunado a los cuidados que se deben de
tener y mejorar nuestros hábitos de vida y, nutricionales por su Diabetes
Mellitus Tipo II, más la enfermedad de mis nietecitas, y la mía propia, que
cada ciertos meses resulta con un nuevo diagnóstico.
Nunca nos
imaginamos? Que
el silencio de una amiga, se deba a que no se encuentra bien de salud, ya sea
ella, o algún familiar cercano. El Silencio dice muchas veces más, que mil
palabras. Busquemos a nuestras amigas (os), cuando este silencio sea muy
prolongado. Con un saludo, o expresarle cuanto la extrañamos, puede hacer la
gran diferencia. Y nos enteremos de lo mal que la esta pasando. Recordémonos que ellas han sufrido y alegrado
con nuestra aceptación y mejoramiento de nuestro estado de salud. Han estado en
las buenas y los malos momentos.
Pero nos enfrascamos en que lo nuestro es más importante,
y no en lo que nos rodea, no caigamos en ello, por que nos podemos llegar
arrepentir y puede ser muy tarde.
Deseo que esta reflexión, nos sacuda un poco y también
sedamos parte de nuestro tiempo y espacio a nuestros seres queridos, entre
ellos familiares, amigos, compañeros de trabajo, hermanas del alma del
Facebook.
Y hagamos el esfuerzo titánico por seguir dándole la lucha
a esos bajones a consecuencia de la depresión
y no tratemos de salir adelante solas, por que a muchas que tenemos la
enfermedad avanzada, necesitamos de esa mano cariñosa y amiga, que nos jale o
empuje para salir adelante nuevamente.
Reciban como siempre mi amoroso abrazo, pidiéndole a Dios
que se haga presente en nuestros hogares y corazón.
No se olviden de estar en contacto con sus Asociaciones y
Fundaciones de Lupus o Enfermedades Raras, así como a los de Discapacidades Especiales.
Que juntos lograremos una mejor atención
en referencia a la Salud, trato justo en nuestros trabajos y que se cambien
varias leyes, que ya resultan obsoletas, ante nuestras sociedades que son cada
vez más Enfermas y con Enfermedades Raras, que ni siquiera aparecemos en las
estadísticas de los Ministerios de Salud, mucho menos en los Planes de
Gobierno, por lo tanto no existimos.
Escribió: Karin Lange.
Psicóloga y Terapista Ocupacional y Recreativa.
Guatemala 26 de octubre 2013.