Hola!! Mi nombre es Leydie
Medrano, fisioterapista de profesión y gracias a la fisioterapia he tenido la
oportunidad de conocer y atender a muchas personas; hace unos días tuve la
buena fortuna de conocer a Karin Lange quien me invita a
compartir mi testimonio por medio de su sitio web.
A
la edad de 7 años fui mal diagnosticada con Lupus Eritematoso Sistémico
y me gustaría contarles cómo fue que se llegó a ese diagnóstico y como el creer
que tenía esa enfermedad marcó mi vida.
Soy la primer hija y primer nieta
de ambas familias, mis padres se casaron muy jóvenes, mi madre me dio a luz a
la edad de 18 años, según me cuenta tuvo un embarazo complicado y un parto aún
más complicado, debido a eso creo que fue muy aprensiva conmigo.- En mi etapa
primaria escolar, empecé a sufrir de dolores articulares intensos, sangrados
frecuentes de nariz (que es común en la etapa del crecimiento humano) y manchas rojas en el rostro, lo cual puso en
alerta a mi mamá y empezó la maratónica búsqueda de un diagnóstico y una
solución, y digo maratónica porque recuerdo que estuvimos de hospital en
hospital, de clínica en clínica, de laboratorio en laboratorio y nadie daba con
un diagnostico a lo que a mí me pasaba, todo estaba normal, y yo seguía con los
signos y síntomas, hasta que un día, no sé cómo, me llevan a una clínica de un
Dermatólogo situada en la calzada San Juan, quien me hace exámenes de sangre y
una biopsia de piel de mi rostro y nos indica que tengo Lupus, el médico me da
a ver una revista con muchas fotografías de pacientes con lupus lo cual para mí
fue muy impactante, le dice a mi madre que cuando yo entre a la etapa de
desarrollo me explique que yo no voy a poder tener hijos porque me puedo morir,
me deja varios medicamentos y muchas restricciones, principalmente evitar la
exposición al sol y tener una dieta especifica; allí empieza mi calvario, los
medicamentos hicieron que me engordara, me cubrían de cremas protectoras y me
prohibieron hacer actividad al aire libre.
Recuerdo las burlas de algunos
compañeros de colegio cuando mi mamá me iba a traer con una gran sombrilla para
cubrirme del sol y también las burlas por ser gordita.- Así pasó algún tiempo y en una ocasión que me
tocaba re consulta con el medico resulta que la clínica ya no estaba en ese
lugar, la habían cerrado y nadie supo darnos información de a donde se había
trasladado, como no hubo quien siguiera mi caso pues me suspendieron de golpe
los esteroides pero seguí tomando el resto de medicamentos no recuerdo por
cuánto tiempo más, lo que si recuerdo es que llegue al punto de cansarme porque
empecé a sentirme muy mal y decidí ya no tomar nada, le dije a mi mamá que si
de todas formas me iba a morir pues que prefería ya no tomar más medicamentos,
mientras tanto yo seguí con los temores y algunos cuidados, me hacia los
exámenes de rutina ( c3,c4 , conteo de células L, tiempos de coagulación, orina
de 24 horas, ecocardiogramas) y todos apuntaban que yo estaba normal pero nadie
me decía que posiblemente me dieron un mal diagnóstico, solo que la enfermedad
así se comportaba, que cuando estaba en recesión todo estaba bien.
Entrando a la adolescencia
empiezo a tener desordenes en la alimentación y caigo en depresión, yo quería
ser delgada y aunque ya había bajado de peso (porque ya no tomé esteroides ) yo
seguía sintiéndome gorda, mi mamá tuvo que empezar a trabajar y ya no estaba
tan al pendiente de mí y mis hermanas, yo adquirí responsabilidades porque
debía colaborar con mis padres por ser la mayor.- En el colegio se dieron
cuenta que yo no comía y del comportamiento que tenía el cual era de aislarme,
yo no tenía muchas amigas, yo no era sociable, era muy solitaria y tímida,
nunca descuidé mis estudios pero si descuidé otras áreas de mi vida(pedí
estudiar en un colegio solo de mujeres porque los niños me caían mal)
seguramente por tanto miedo que me infundieron por la enfermedad, hasta que
caigo en las manos de la orientadora del colegio quien me sugiere que consulte
a un médico siquiatra, lo cual hice pero al mismo tiempo consulte con un medico
reumatólogo (ambos en el Hospital General San Juan de Dios) al cual le lleve el
certificado médico que me había dado mi médico anterior, él no me hace otros
exámenes pero si me da nuevas recetas, los nuevos medicamentos son plaquinol,
airtal y sipramil los cuales tomé solo por un año porque seguía sintiéndome
igual y decidí suspenderlos, ya no fui a
ninguna consulta hasta que ingresé a la escuela de Fisioterapia y consulto con
dos médicos que eran mis maestros ( un medico fisiatra y un reumatólogo) les
cuento mi caso y ellos me preguntan cual
es el medicamento que tomo, yo les contesto que ninguno y les cuento toda la
historia, ambos me dicen “VOS NO TENES LUPUS, SIN MEDICAMENTO YA TE HUBIERAS
MUERTO” allí es donde empiezo a investigar más a fondo y me empiezo a interesar en la enfermedad, sigo
con algunos cuidados y siempre con el temor de que no iba a poder tener hijos;
el tema de la sexualidad era algo de miedo a consecuencia de todas las
recomendaciones que mi mamá me dio por cuidarme. Sigo en tratamiento con el
siquiatra el cual me recomienda hacer algún tipo de ejercicio junto con los
medicamentos que él me recetaba porque padecía de insomnio y ansiedad.
Logro
graduarme de Fisioterapista y al empezar a trabajar en el IGSS me aboco con el
medico de personal (médico internista)
y le pido que me realice los exámenes para saber de una buena vez si
tengo o no lupus y tratármelo porque me
habían hablado de que el IGSS tiene una de las mejores unidades para
tratamiento de esta enfermedad, él me dice “LE ASEGURO QUE USTED NO TIENE LUPUS
USTED HA DE TERNE ALGÚN TIPO DE FRAGILIDAD CAPILAR, PORQUE SIN MEDICAMENTO LA
ENFERMEDAD DEL LUPUS YA SE LA HUBIERA CONSUMIDO”( y en efecto, padezco de
reacciones alérgicas a varias cosas y de fragilidad capilar) me da las órdenes
para realizarme todos los exámenes y al tener los resultados me llama y me dice
“TODO ESTA BIEN, DESPREOCÚPESE USTED NUNCA TUVO ESA ENFERMEDAD, OLVÍDESE DE
TODO LO QUE PASO Y HAGA SU VIDA LO MAS NORMAL POSIBLE, CÁSESE Y TENGA MUCHOS
HIJOS”.-
Me diagnosticaron a los 7 años
y me vengo a enterar que fue un mal diagnostico a los 28 años, estoy por
cumplir 35 años aún sigo soltera y sin hijos, tratando de sacar lo bueno de
todo lo ocurrido y hacer mi vida lo más normal posible, por medio de mi
profesión, ayudar a quienes están pasando por una situación similar. – A todas
las personas que padecen de cualquier enfermedad y por esa razón llegan a ser
mis pacientes, les cuento mi historia y les oriento a que investiguen, a que no
se queden con una sola opinión, a que no se queden solo con lo que el médico o cualquier
otra persona les diga, porque a mí el
medico que me diagnosticó me decía “MEJOR SI NO SABES DE QUE SE TRATA LA
ENFERMEDAD ASÍ NO TE PREOCUPAS MAS”.
En estos tiempos los métodos de
diagnóstico y los medicamentos están tan avanzados que se puede vivir una vida
plena si se es bien tratado y a tiempo.
Por favor no se encierren, busquen opciones,
busquen apoyo que en algún momento en esa búsqueda van a encontrar una solución
y la ayuda efectiva, yo la encontré muchos años después pero la encontré y salí
de tantas dudas y temores, he conocido a
mujeres que teniendo lupus han podido llegar a ser mamás y profesionales a la
vez, personas muy animadas, que viven con todos los cuidados y medicamentos
pero siguen en la lucha y siempre asía delante.
Muchas gracias por tu Testimonio Leydie Medrano, por tu carisma, empatía y deseos de vivir. Por ayudarnos en nuestra Rehabilitación en el IGSS. Un fuerte abrazo amorcito lindo. Dios te depara lo mejor en tu vida, no te des por vencida. Lluvia de bendiciones en tu caminar y que se cumplan tus deseos más profundos de tu corazón. Karin Lange.
Muchas gracias por tu Testimonio Leydie Medrano, por tu carisma, empatía y deseos de vivir. Por ayudarnos en nuestra Rehabilitación en el IGSS. Un fuerte abrazo amorcito lindo. Dios te depara lo mejor en tu vida, no te des por vencida. Lluvia de bendiciones en tu caminar y que se cumplan tus deseos más profundos de tu corazón. Karin Lange.
En este momento me siento muy identificada con la historia de Karin y aunque aun no estoy segura, algo me dice que en verdad puedo estar pasando por la misma situación.
ResponderEliminarResulta que hace 15 días me internaron en el hospital porque presentaba un cuadro de hemoglobina baja, dolor articular, fiebre, perdida de cabello, asi como debilidad e hinchazón en pies y cara. Los médicos estaban muy exepticos con el diagnostico y prefirieron practicarme una larga serie de examanes, con los cuales me encontraron proteinurea y sangre en la orina, indicando inflamación en los riñones, pero mis otros órganos se evidencian normales según lo revelado en las diferentes ecografias que me practicaron.
Al final, el diagnóstico fue Lupus Eritematoso Sistémico, el internista me dijo que la enfermedad aun es leve, me recetó un tratamiento que incluye Cloroquina, Prednisolona y Enalapril, también me remitió a control con reumatología y nefrología, pidiéndome que me cuidara del sol y siguiera al pie de la letra el tratamiento.
Yo desde el primer momento tuve mis dudas, porque he leído sobre el Lupus y sé que existen 11 criterios de los cuales yo excasamente cumplo 2 o 3, pero bueno, yo empecé a seguir las indicaciones, eso si, llena de mucha fe.
Le comenté mi caso a una amiga internista y ella me pidió que le mostrara todos los exámenes que me habían practicado, ella los revisó y resulta que en ninguno de estos se encuentraba el ANAs y el Anti-DNA, exámenes claves para el diagnostico del Lupus. A esto se suma el hecho de que no cumplo con el numero requerido de criterios para dicho diagnóstico y aparte, los síntomas que tenia se me han desaparecido antes de tomar cualquier tipo de medicación, mi hemoglobina parece estar subiendo solo con la alimentación y ya no padezco dolor articular ni hinchazón, sin haber tomado nada para esto repito.
El caso es que mi amiga internista no està muy convencida de que yo tenga Lupus y me dijo que me practicara los examenes mencionados para ver si en verdad concuerdan con el diagnostico que me dieron. Ahora me encuentro en ese proceso, mañana me practicaré estos estudios confiando que todo saldrá bien, porque un profesional de la salud tambien es humano y como tal no esta excento de equivocarse.