Cuando la vida se nos
escapa de los dedos, y sentimos desfallecer, debemos retomar de nuevo nuestras
alas y volar, si no el tiempo y el abandono, nos sucumbirán antes de tiempo.
La Depresión desde el
punto de vista psicológico, viene a manifestarse física-emocional, con
síntomas, y signos similares en todas las enfermedades y duelos del ser
humano.
Por ello es tan importante
para el paciente de Lupus, el ir reconociendo e identificando cada uno de sus
aspectos y características, para presentarse con el profesional en Psicología y
tener un pronto diagnóstico, como prevención a este fuerte mal como es La
Depresión en el Lupus.
Estando aunadas ambas
enfermedades hacen una química muy explosiva, y la depresión puede
desencadenar más seguido las crisis del Lupus. El tratamiento adecuado y las
terapias de apoyo psicológico ayudan a sobrellevar de mejor manera nuestro mal.
Este Artículo es un
extracto de mi Tesis para optar el Título de Psicóloga,
en el grado académico de
Licenciatura en la Universidad de San Carlos, en Guatemala.
El Título es: “La Diabetes
Mellitus Tipo II, y su relación con La Depresión”.
La Depresión
es una de las enfermedades más comunes en el ser humano.
La definiremos como
el trastorno del humor, caracterizado por una alteración significativa del
estado de ánimo primordialmente compuesta de tristeza y ansiedad, que
suele asociarse a síntomas físicos (cansancio, pérdida del apetito, insomnio,
disminución del deseo sexual) y a una reducción de la actividad social.
Constituye, junto con los trastornos de angustia, la disfunción mental más
frecuente en la población general.
Existen diversos tipos de
Depresión,[ leve-moderada y severa o mayor] dependiendo de la sintomatología
que presenta el paciente. En cualquiera de los tipos de depresión, los
síntomas típicos se suelen presentar con las siguientes las características:
principalmente estaría la reactivación del estado de ánimo (capacidad para
alejarse de situaciones positivas), el aumento del apetito y del peso, la
hipersomnia, el abatimiento (sensación de pesadez, inercia o hundimiento,
de sensibilidad a la percepción de rechazo interpersonal).
En los adultos, las
mujeres son más propensas a sufrirlas, la mujer es sometida a mayores presiones
debido a los diversos roles que desempeña, tales como: cuidado y sostén
de la familia, educación de los hijos, esposa, cocinera, cuidado del hogar, la
que realiza las compras, el lavado y planchado de ropa, aunado a que debe de trabajar
fuera del hogar.
Con menos frecuencia
existe la Depresión Severa o Mayor cuyos síntomas predominantes son: tristeza
la mayor parte del día, disminución acusada del interés o de la capacidad
para el placer, en todas o casi todas las actividades [ lo cual se conoce como
anhedonia], trastornos del sueño, que pueden manifestarse como insomnio o
también como hipersomnia [exceso de sueño].
Otros trastornos muy
frecuentes, son las alteraciones del apetito, como disminución de la ingesta de
los alimentos o su aumento; también se presentan alteraciones psicomotoras, que
se caracterizan por mucha actividad, o agitación para luego pasar a un estado
de pasividad. Es frecuente en estos pacientes, la pérdida de energía,
sentimientos de culpa, disminución de la capacidad de concentración,
pensamientos de muerte e ideas suicidas. Estos síntomas tienden a provocar en
el paciente un marcado deterioro social, laboral y en general, toda actividad
de individuo.
En estos casos graves
están descritas manifestaciones de tipo psicótico como delirios y
alucinaciones. Dentro de la Depresión Severa o Mayor, existe la variante tipo
melancólico, que está caracterizada por los cambios graduales que el paciente
presenta a lo largo del día como un episodio único, o bien, episodios
repetitivos de varios meses de duración.
La característica
principal del paciente depresivo es la tristeza. Se queja de sentirse abatido,
insatisfecho consigo mismo, es incapaz de reaccionar normalmente. La idea de
que sería mejor estar muerto, resulta muchas veces obsesiva, ya que el paciente
no encuentra sentido a su vida, se siente rechazado, inútil, sin fuerzas de
realizar ninguna actividad, por simple que ésta sea. Sus constantes quejas y
somatizaciones, provocan un rechazo directo hacia su persona, ya que los
familiares o su cónyuge, se dan cuenta que cuanto ellos realicen es en balde,
porque el paciente no pone de su parte y lo rechazan de una forma directa ya
sea de una manera verbal o con la indiferencia, de lo que aqueja al paciente, referente
a su estado de salud, nada lo motiva, no logra concentrarse en actividades por
simples que éstas sean.
La Depresión puede ocurrir
en cualquier momento, no está limitada a tiempo específico o a un lugar en
especial, cualquier persona puede ser afectada por dicho mal.
Se han realizado estudios
en los cuales se ha podido constatar, que más o menos la mitad de nuestra
población suele padecer de depresión, motivado por diversas situaciones ya sean
éstas de índole familiar, social, política, económica, y por deterioro de su
salud, estrés ocasionado por el ambiente de caos en el que suele verse sometido
cada individuo en su entorno social y ambiental como sería en este caso la
Diabetes Mellitus Tipo II , El Lupus Eritematoso Sistémico, El Cáncer, y otras
enfermedades, ya sean crónicas o no.
Ante tanta presión a la
que el individuo se ve en la necesidad de buscar, la ayuda de un
profesional, pero la mayoría de las personas no están conscientes de qué es el
mal que les aqueja y mucho menos, pueden identificar que es una depresión.
La disposición emocional a
la que suele encontrarse el individuo, siendo influenciado en la forma que éste
llega a verse a sí mismo, a su ambiente que le rodea, la competencia diaria por
sobrevivir y competir ante la sociedad, se ve mucho más afectado si éste padece
de depresión.
El ambiente en el cual se
desempeña el individuo, viene a repercutir de una manera positiva o negativa,
en el desenvolvimiento y enfrentamiento de sus reacciones, angustias, ansiedad,
el estrés, baja autoestima y por ende, ante la Depresión.
Escribió: Licda. Karin
Lange.
Guatemala 17 de junio 2013.
Por que nos negaremos a reconocer que tenemos estos síntomas que tu describes? He leído en otras páginas comentarios. Y esa por que escribe eso, o por que pública eso ese Diario.....? Y cosas similares. Todo se lo queremos achacar al Lupus, me dijo una vez mi médico, y no se dan cuenta que ustedes se encargan de sumarles más síntomas de los que no tienen, con el Lupus!!! Me gustaría oír tu opinión. Un fuerte abrazo.Flor Molina de Méndez
ResponderEliminarDoña Flor, un abrazo por seguirme. Con respecto a su pregunta? Le responderé: Que como pacientes es muy difícil reconocer y asumir que ya no somos los mismos de antes. Y el Aceptarlo es el primer paso más difícil de alcanzar, ya que seguimos en la negación de que algún día lograremos sanarnos del todo. Como bien sabe usted el Lupus no se cura, pero si logramos una mejor Calidad de Vida gracias, a los medicamentos que nuestros médicos especialistas nos dan. He insisto que al asumir nuestra Responsabilidad como paciente en tener una mejor actitud ante el reto de nuestra nueva posibilidad de vida. Nos estamos ayudando a nosotros mismos a mantener el Lupus en recesión. No es imposible, es un reto diario el que hay que afrontar! Y debemos de tomar en cuenta en la fase del Lupus en que cada paciente se encuentra, ya que no hay dos Lupus iguales. Lo emocional influye grandemente y debemos encontrar un balance, para ayudarnos. Ahí entra la ayuda Psicológica como apoyo para saber como enfrentar todos estos síntomas a los que se refiere su médico. Espero haber respondido a su pregunta, besos amorcito lindo, hasta pronto. Karin Lange. Psicóloga.
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